El Duelo
Siempre que pensamos en duelo lo asociamos a una muerte, y no hace falta que sea de manera literal, si no que hace referencia a cualquier perdida de algo valioso e importante para nosotros.
Si hacemos referencia a las teorías de John Bowlby, veremos que nos habla de cuatro fases que atravesamos durante un duelo:
1. Aturdimiento.
2. Anhelo y búsqueda.
3. Desorganización y desesperanza.
4. Reorganización.
Por norma general los efectos psíquicos habituales en el duelo suelen ser: estupor, desmotivación, desapego de otros vínculos, distancia respecto a su vida anterior, rebeldía, desesperación por si irreversibilidad…
¿De qué depende que un duelo sea patológico o no?
Principalmente de factores como el tipo de personalidad que nosotros mismos tengamos y de las herramientas con las que contamos para afrontar dicha situación. Tampoco debemos dejar de lado la función que cumplía la persona difunta en nuestra vida, eso es relevante a la hora de hacer un duelo patológico, ya que esa pérdida la podemos interpretar como un peligro, como una angustia, como una pérdida de sentido en mi vida, etc. y nos va a hacer vivirlo de una manera u otra.
Otro punto importante es el grado de vitalidad que tengamos a la hora de tirar de nosotros mismos, ya que esto influirá en que nos recuperemos antes o después, así como también lo es la red de apoyo social que tengamos cerca.
Algunos pasos para evitar la patologización:
Expresar los sentimientos inhibidos o detenidos nos ayuda a ventilar nuestro estado
emocional, apoyarnos en la palabra beneficia que se queden dentro y nos hagan daño. La terapia psicológica permite al paciente expresarse y
sobre todo de sentirse escuchado.